jueves, septiembre 7

(...)




misteriosa,
crònica y penetrante,
latente como el viento impune;
dejas tu huella cada vez que
en pie tu estado emigra
entre el color y el color sombrìo del anochecer,
atardecer:
amaneces.

recorres con sonrisa austera,
las fronteras de tu amenaza;
en la alegrìa regocijas
tu opulenta hambre de carne,
cual lepra en bebès dormidos.

ira!
no puedo llorar tal fiebre obscena
que gusta a tu pueblo morboso,
nosotros somos el cielo e infierno!

arde en vida toda esperanza que aqueja mi alma;
arde en vida toda esperanza que aqueja mi alma.


mas te crearon como el sirviente
del servido en plato,
y la botella vierte la sangre
que con ansias deseas recordar.

¿eres la vida jamàs negada
y la muerte jamàs vendida?

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