martes, febrero 28

un dia como ayer

es ahora, cuando el silencio me indica que ya es tiempo,
cuando el no silencioso escribir...tic, tac, tec, tic, tic...
me deja respirar el recuerdo de esas palabras tuyas,
las de ayer, las que penetraron mi oido
y me hicieron correr como un roedor...

¿fui un cobarde? no, no lo creo...
¡NO!, sòlo me dolio el pecho escucharte decir tanta barbaridad...
y eso me causa risa, y eso me provoca el llanto,
sobre el manto oscuro que me arropa cuando dejo tu casa...

tus palabras suenan como metal,
y saben a metal tambièn...
a metal oxidado,
podrido por el oxìgeno...

la ira carcome mis sentimientos màs puritanos,
esos que me hacen ser un pan de Dios,
pero de que me sirve,
si sigue pasando mierda por debajo de este puente caido...

el hombre de màs arriba ya esta tirando la cadena otra vez,
y yo lavo mis ropas en este rìo sucio.

no tolerarè otra desventura tuya,
ni en mi nombre ni en el tuyo ni en el suyo,
no màs manzanas podridas para mi...
siempre las verè rojas... rojas...
como el rayo de sol de atardeceres de enamorados,
esos que sòlo se conocen en historias absurdas...

y que!...
el amor no lo es,
es sòlo un invento para hacer entender al inculto
de que tu cerebro genera dopamina y endorfina,
y que es eso lo que te mantiene contento.

A mi no.
Me falla el cerebro a veces.

No hay comentarios.: